Entre la pornografía y la Casa Blanca

Fuente: Distrito de México

La asamblea general de los obispos estadounidenses ha producido un texto a tener en cuenta: Crea en mí un corazón limpio [cfr. Sal 50, 12]. Una respuesta pastoral a la pornografía. Sin embargo varios obsipos, de los cuales el obsipo de San Diego, Robert McElroy se han opuesto a este texto, apoyándose sobre la posición del Papa. ¿Es indicio esta clara oposición de que la Santa Sede va a presionar para que los obispos estadounidenses modifiquen su posicionamiento ante los asuntos políticos?

La asamblea general de los obispos estadounidenses ha producido un texto a tener en cuenta: Crea en mí un corazón limpio [cfr. Sal 50, 12]. Una respuesta pastoral a la pornografía. En este pronunciamiento, que responde a una creciente preocupación por la influencia de esta lacra en la destrucción de la moral individual, de la fidelidad matrimonial y de la vida familiar, se señala que “ver pornografía deliberadamente es un grave pecado contra la castidad. La intimidad sexual y el placer que se deriva de ella son un regalo de Dios que debe permanecer como algo personal y privado y que sólo puede gozarse en el sagrado vínculo del matrimonio”.

Asimismo fueron aprobados algunos cambios en la “guía para votantes” Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles, introducida cuando presidía al episcopado norteamericano el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York. Tanto la guía antigua como la modificada suscitaron la oposición de una minoría de obispos que consideran que debe hacerse más hincapié en los puntos que privilegia la agenda del actual Papa (pobreza y medio ambiente) que en aquellos que han centrado las intervenciones públicas de la Iglesia de Estados Unidos en los últimos años: aborto, eutanasia, ‘matrimonio’ entre personas del mismo sexo, imposición de la ideología de género, etc.

El más activo en la oposición fue el obispo de San Diego, Robert McElroy (en la foto): Creo que este documento está gravemente lastrado. En particular, creo que el Papa nos está diciendo que junto a los asuntos del aborto y la eutanasia –que son aspectos centrales de nuestro compromiso de transformar el mundo– también son centrales la pobreza y la degradación de la Tierra. Pero este documento conserva la estructura de la visión del mundo de 2007. Se inclina por al aborto y la eutanasia y excluye la pobreza y el medio ambiente”.

¿Es indicio esta clara oposición de monseñor McElroy –apoyado, entre otros, por los obispos de Tucson, Gerald Kicanas, y Stockton, Stephen Blaire– de que la Santa Sede va a presionar para que los obispos estadounidenses modifiquen su posicionamiento ante los asuntos políticos? Eso favorecería las aspiraciones demócratas frente a las republicanas cara a las elecciones presidenciales de noviembre de 2016, y a la abortista Hillary Clinton frente a cualquiera de sus posibles rivales.