Este número de Iesus Christus recuerda los principios católicos sobre magisterio y matrimonio. Quiere darle, estimado lector, elementos de reflexión para estar atento y precavido al proceso de autodemolición y revolución.
Editorial del Superior del Distrito
Estimados Lectores:
El Sínodo de la Familia –realizado en Roma en octubre pasado– duele, escandaliza y desconcierta.
Desconcierta, porque plantea la aceptación de situaciones contrarias a la ley divina. Y esto en nombre de la misericordia y de interpretar los signos de los tiempos adaptando la Iglesia a los tiempos modernos.
El Sínodo –y las reformas en su nombre– escandaliza. Es ocasión de caída, confusión y pecado pues debilita y socava la moral cristiana. Los cambios introducidos en los procesos de nulidad matrimonial serán ocasión de una gran cantidad de “divorcios católicos”.
Pero todo esto duele… duele profundamente al católico que contempla a su Santa Madre la Iglesia amenazada por negros nubarrones de sacrilegios que se avecinan. ¿Quién podrá estimar la cantidad de matrimonios verdaderos, tratados como nulos? ¿Cuántas comuniones sacrílegas o absoluciones inválidas –que adormecerán las conciencias con una falsa paz–, serán causadas por esto?... ¿Quién podrá explicar a las nuevas generaciones que las palabras de nuestro Salvador, no separe el hombre lo que Dios ha unido, permanecen con todo su vigor a pesar de los cambios conciliares?
Porque el brillo de la verdad –ay, duele comprobarlo– ha sido eclipsado por el relativismo del Vaticano II. Están bien conscientes de esto los representantes de la teología progresista. Así el Cardenal Kasper se aventuraba diciendo:
La doctrina de la Iglesia no es un sistema cerrado: el Concilio Vaticano II enseña que existe un desarrollo en el sentido de una posible profundización. Me pregunto si una profundización similar a lo que sucedió en la eclesiología es posible en este caso [de los divorciados vueltos a casar civilmente]: si bien la Iglesia católica es la verdadera Iglesia de Cristo, existen elementos de eclesialidad incluso fuera de las fronteras institucionales de la Iglesia católica. En ciertos casos, ¿acaso no se podrían reconocer igualmente en un matrimonio civil elementos del matrimonio sacramental? Por ejemplo, el compromiso definitivo, el amor y cuidado mutuo, la vida cristiana, el compromiso público que no existe en las uniones de hecho”.1
Esta perspectiva no fue sólo una idea personal de Kasper sino fue la base de debate durante el Sínodo.2
Se proponen entonces los cambios en la disciplina sacramental apoyados en los textos y autoridad del Concilio. El Vaticano II relativizó doctrina, ahora el Sínodo relativiza moral. Antes se dijo en materia doctrinal: “La Iglesia salva, sí; la Iglesia es importante, sí. Pero, atención, también las otras religiones son medios de salvación y son importantes”. Ahora se argumenta en moral: “El matrimonio cristiano es bueno e importante, sí. Pero, atención, también las otras uniones –matrimonios sólo civiles o entre adúlteros o entre personas del mismo sexo– tienen algo bueno y son importantes”. Todo vale, todo depende. Nada es absoluto, todo es relativo.
Tuvimos tal Sínodo, porque tuvimos tal Concilio. Hay una lógica entre ambos. Los mismos principios se aplican en distintos ámbitos y producen las mismas consecuencias: funestos errores.
Este número de Iesus Christus recuerda los principios católicos sobre magisterio y matrimonio. Quiere darle, estimado lector, elementos de reflexión para estar atento y precavido al proceso de autodemolición y revolución.
La cruz fue el momento más difícil para los que creían en la misión de Jesús pues allí lo veían escarnecido y escupido. La Virgen, Madre paciente y sufriente, fue quien guardó en aquel sublime momento la fe inconmovible en la divinidad de su Hijo.
Quiera ahora la Virgen Madre mantener viva nuestra fe en el Cuerpo Místico de su Hijo, la Iglesia Romana. Si bien ante nuestros ojos se descubre burlada y humillada, es de Cristo la Esposa inmaculada.
Las puertas del abismo no prevalecerán contra Ella.
Padre Mario Trejo
Superior del Distrito de América del Sur
¿Dónde puedo adquirir esta edición de Iesus Christus?
- 1Entrevista al Cardenal Walter Kasper por el periodista italiano Andrea Tornielli (18 de septiembre de 2014). A los pocos días, entrevistado por el diario argentino La Nación, el Cardenal menciona al Concilio en cuatro ocasiones para justificar la apertura y cambios (edición del 29 de septiembre de 2014).
- 2Números 17 a 20 de la Relatio post disceptationem presentados por el Relator General, Cardenal Péter Erdo.