Sociedad San Andrés

Sociedad femenina que busca la santificación de sus miembros a través de la devoción al Corazón Inmaculado de María y la difusión de esta devoción como lo pidió la Virgen en Fátima.

La Sociedad San Andrés (S.A.S) es ante todo la unión moral de jóvenes y niñas que quieren corresponder a los pedidos apremiantes hechos por Nuestra Señora en Fátima: “Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón” y “tú, al menos, procura consolarme”. El “Dios lo quiere” es el motor que mueve a sus miembros y la devoción al Corazón Inmaculado de María, su razón de ser, así este grupo de apostolado se caracteriza por ser Cordimariano.

Objetivos

Esta Sociedad tiene como fin principal la santificación de sus miembros en, con, por y para el Corazón de María a la mayor gloria de Dios mediante la vida de oración e imitación de las virtudes de Nuestra Señora, ayudadas de la Cadena de oración formada entre sus miembros que constantemente están pidiendo unas por otras.

Los fines secundarios se resumen en tres puntos, que son: fomentar, crear, cultivar y conservar una sana amistad entre las socias, teniendo una gran unión en la devoción Cordimariana; diversión sana y, finalmente, las consignas tendiendo a fomentar alguna virtud y combatir un vicio, éstas son rotativas y temporales y se ofrecen por una intención particular.

Los actos de reparación son una parte esencial entre los miembros de la SAS y son ofrecidos especialmente en desagravio por las cinco ofensas que Nuestra Señora recibe, tal como se lo dijo a Sor Lucía cuando pidió la devoción de los cinco sábados primeros de mes:

  1. Las blasfemias contra el Inmaculado Corazón;
  2. Las blasfemias contra su Virginidad;
  3. Las blasfemias contra su Maternidad divina, rechazando al mismo tiempo reconocerla como Madre de los hombres;
  4. Las blasfemias de quienes tratan públicamente de introducir en el corazón de los niños la indiferencia, el desprecio, o incluso el odio hacia esta Madre Inmaculada;
  5. Las ofensas de quienes la ultrajan directamente en sus santas imágenes.

Nuestros lemas…

Palabras que se vuelven principios en la vida de una socia y que las acerca más a la devoción Cordimariana, su espiritualidad que se resume en cinco frases, como cinco son las letras de MARÍA:

  • Ave Cor Mariae
  • Omnia per  Mariam
  • Aparta, Madre, de mí, lo que me aleje de Ti
  • Madre, que quien me mire te vea
  • Persevera y triunfarás

Un poco sobre su historia…

Este grupo fue fundado en Argentina en 1986 por Celina García Gallardo (la hermana del P. Ramón García Gallardo) y Cecilia Turco, sin duda instrumentos elegidos por Nuestra buena Madre para continuar Su obra en las almas y dar a conocer sus pedidos. Esta idea surgió cuando, después de salir del convento por cuestiones de salud, estas dos jovencitas se reunieron en Pichi dándose cuenta de la necesidad de corresponder a lo que Dios pedía por medio de su Santísima Madre. Fue así con un espíritu alegre y bien dispuestas como iniciaron contagiando a quienes tenían a su alrededor y trabajando por cultivar entre las jóvenes este amor particular. 

¿Cómo ayuda el Grupo de la SAS en la vida y formación de las muchachas?

El grupo de la SAS no termina en la propagación de la devoción al Inmaculado Corazón de María.  Cada miembro debe tratar  de llevar una vida espiritual sólida y alimentar esa devoción, no se trata solamente de decir: “soy de la SAS”, sino que hay que tratar de vivirlo, ser verdaderamente un alma cordimariana que vive en el Corazón Inmaculado de María.  Ese espíritu de amor tiene que reflejarse en los actos de cada miembro.

Alimentar esa devoción con la asistencia a las pláticas en las juntas y en los campamentos, escuchando las pláticas que los sacerdotes imparten. Por lo general, hay varios temas que se tratan en los campamentos, según lo decide el capellán local o nacional, y de la jefa local en cuestión de las pláticas en las juntas.  En las juntas mensuales (o dos veces al mes), la mayoría de las pláticas impartidas por la jefa o por algunas socias se concentra en las virtudes y en los mensajes marianos en las apariciones de la Virgen, especialmente lo de Fátima.  

Las muchachas en el grupo reciben de sus socias el buen ejemplo de modestia en el vestir, en el hablar y el trato modesto con el sexo opuesto.  Los sacerdotes les ayudan a discernir su vocación y darles la doctrina sobre el noviazgo casto y católico.

Tanto en las juntas bisemanales como en los campamentos las socias aprenden a dar pláticas y formarse como dirigentes o líderes.  Algunas de ellas son encargadas de formar a las niñas de grupo de Jacintas; es un grupo de niñas de 6 a 12 años que serán futuros miembros de la SAS.  Como ayudantes o dirigentes de los campamentos para las Jacintas las socias desarrollan su capacidad para ser futuros dirigentes en los campamentos de la SAS, hasta algunas tienen la potencia ser futuras jefas locales o hasta Jefa Nacional.

Este grupo de muchachas están dispuestas a ayudar en lo que el Prior o su capellán local les pide para el bien de los apostolados en los prioratos.

¡Viva el Corazón Inmaculado… Viva la SAS!

Ave Cor Mariae