Ideología de Género, revolución Cultural. Primera charla de Bioética en Buenos Aires.

Fuente: Distrito de América del Sur

"La propuesta ideológica del feminismo es la destrucción de la familia"

Transcribimos las conferenicas organizadas en el Priorato de Buenos Aires por el grupo de jóvenes "Legio Machabea Christi" sobre Bioética. En esta ocasión la conferencia sobre la ideología de género como revolución cultural del pasado 10 de abril.

Bueno, buenas noches, gracias Padre por haberme invitado a dar la charla, veo que hay bastante concurrencia, yo pensé que habría menos gente.

Vamos a hablar un poco de la revolución cultural que produce la ideología de género o de la ideología de género que es una revolución cultural.

Vamos a empezar con un pensamiento:

Nosotros que somos cristianos nunca supimos del gran sentido común filosófico inherente a este misterio hasta que los autores anticristianos nos lo señalaron. La gran marcha de la destrucción mental proseguirá, todo será negado, todo se convertirá en credo. Es una postura razonable negar los adoquines de la calle; será dogma religioso afirmar su existencia; es una tesis racional que todos pertenecemos a un sueño; será sensatez mística asegurar que estamos todos despiertos; se encenderán fuegos para testificar que dos y dos son cuatro; se blandirán espadas para demostrar que las hojas son verdes en verano; permaneceremos en defensa no sólo de las virtudes increíbles y de la sensatez de la vida humana, sino de algo más increíble aún: de este misterioso e imposible universo que nos mira a la cara. Lucharemos por sus prodigios visibles como si fueran invisibles, observaremos la imposible hierba, los imposibles cielos con un raro coraje, seremos de los que han visto y sin embargo han creído.

Creo que esta cita del capítulo final del libro Herejes de Chesterton resume perfectamente el combate ideológico en el que nos encontramos inmersos en estos momentos y del cual hablaremos.

George Orwell no se había equivocado cuando en su distópica novela, "1984", la irracionalidad ideológica era impuesta por la fuerza de la propaganda y en caso extremo por la tortura, que la ecuación dos más dos tenía que ser cinco y no cuatro como la realidad lo demuestra. Tampoco Huxley, en su novela “Un mundo feliz” vislumbraba un control global bajo el poder de una reingeniería social, basada ésta en el control de la natalidad, la  ideologización y sexualización precoz de los niños - si alguno leyó esta novela estará muy de acuerdo con lo que estoy diciendo -. Todas estas premonitorias expresiones culturales que han ido apareciendo en el tiempo nos han advertido, de alguna manera, lo que hoy se está instalando lentamente en muchas partes del mundo occidental cristiano: una revolución cultural dirigida por una ideología cocinada por las usinas de pensamiento estratégico, los “Think Tanks”1 , propagadas por los grandes medios de comunicación e insertadas políticamente por los estamentos multilaterales como son la ONU, la OEA, el FMI etc., mediante la presión del cumplimiento de los compromisos contraídos.

Muy bien, hablaremos de la ideología que hoy está instalada mediante los instrumentos que hemos enumerado más arriba, esta ideología llamada “perspectiva de género”, y nos preguntaremos: ¿en qué consiste la perspectiva de género?

Los propulsores de esta ideología la llaman “perspectiva de género” aunque me resulta mucho más preciso llamarla "ideología de género".

Hablamos de ideología de género cuando nos referimos al contenido ideológico de las corrientes políticas radicales originadas en los llamados “nuevos movimientos sociales” surgidos del mayo francés del 68. Esta ideología es totalmente anticientífica y básicamente consiste en desnaturalizar la sexualidad humana afirmando que el hombre nace asexuado, neutro digamos, y que luego la cultura y la sociedad le asignan lo que se conoce como género. Por consiguiente los géneros en su dualidad femenino y masculino ya no estarían totalmente vinculados al sexo biológico y fisiológico sino que los hombres solamente tendríamos una suerte de géneros separados y distinguidos del sexo biológico, por lo tanto, las distinciones clásicas de género y sexo como las conocíamos, terminarán transformándose en una “construcción cultural”. Pero dejemos hablar a las predicadoras de esta nueva ideología y veamos lo que dice una de las referentes del feminismo actual, llamada Judith Butler. Ella dice:

El género es una construcción cultural, por consiguiente no es ni resultado casual de sexo ni tan aparentemente fijo como el sexo. Al pensar que el género es una construcción radicalmente independiente de sexo, el género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras. en consecuencia, hombre y masculino podría significar tanto un cuerpo femenino como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo masculino como uno femenino.

En fin, esas cosas son las que dicen, por eso no es en absoluto accidental que se hable solamente de género en vez de sexo; según esta ideología el género masculino o femenino no es algo dado por la naturaleza sino algo dado por la cultura humana, algo elegido por un sujeto o por el sujeto mismo. En consecuencia, nos podemos topar con frases como ésta:

El mundo estuvo pensado en dos, en lo masculino y en lo femenino, pero el género es mucho más que eso, tiene que ver con cómo se piensa cada uno y cómo se auto percibe.

Esto lo encontré en uno de los grandes medios de comunicación que hablaba de la perspectiva de género. No tenía un autor que lo firmara pero era una usina de predicamento de esto.

También recuerdo en medio del acalorado debate por la legalización del aborto en Argentina, escuchar no pocas veces a los defensores del aborto y también de esta ideología – están todos conectados ¿no? -, hablar de cuerpos gestantes en vez de su distinción clásica de madre o de mujer, ya que para ellos sería caer en una discriminación a los hombres trans. Los hombres trans son en realidad las mujeres que se hacen pasar por hombres en su aspecto exterior y que, como tales, pueden gestar vida biológica en sus vientres. Por otro lado, cuántas veces se ha escuchado en los medios de comunicación hablar de género “asignado al nacer”, ustedes lo habrán escuchado, seguramente en algún momento, que se habla de “género asignado al nacer” para referirse al sexo del recién nacido como algo impuesto culturalmente. También nos podemos encontrar con que se habla de hombre heterosexual u hombre homosexual, mujer heterosexual, mujer homosexual, bisexual, transexual o trans género y muchos otros más como ya se los está comenzando a nombrar en los documentos oficiales de varios países. Así es: todos estos términos han sido acuñados con la mentalidad que luego forjará esta ideología, por eso, a mi modo de ver, decir hoy, por ejemplo, soy heterosexual sería caer en la misma dialéctica que nos impone esta ideología, o si se quiere decirlo de una manera menos dramática, darle una concesión en el lenguaje. No, si nosotros decimos yo soy heterosexual ya estamos entrando más o menos en el juego dialéctico en el que estas personas quieren que entremos.

Las ideas de esta manera nueva de ver el mundo, de este conjunto de ideas distorsionadas por cierto, han ido penetrando por medio del lenguaje. Ya Orwell - de nuevo – lo advertía cuando uno de los personajes en "1984" explicaba la finalidad de cambiar el lenguaje creando la “neo lengua” para poder controlar y delimitar la mentalidad de los pueblos. La revolución será completa cuando la lengua sea perfecta, decía este personaje, y esa lengua será perfecta cuando las únicas ideas que se contengan en sus palabras sean las del nuevo orden mundial – agrego yo –.

Alejandro Ordóñez Maldonado hace un breve pero muy riguroso diccionario de las palabras que la ideología de género ha inventado o ha distorsionado para insertar sus ideas subrepticiamente. No desarrollaremos este tema pero les puedo recomendar la lectura de uno de sus libros que se llama “Ideología de género, utopía trágica o revolución cultural”. Por cierto, a estas alturas de los debates que se llevan a cabo a nivel político y cultural, la presión de ciertos lobbies va a insertar mundialmente lo que se llama lenguaje inclusivo – me imagino que ya habrán escuchado hablar de lenguaje inclusivo - esto de que hablan de “todes”, de “nosotres”, que quieren agregar una especie de neutro con la e en vez de la a o la o. La Real Academia lo rechazó ya pero siguen insistiendo de una manera bastante violenta. Ya habrán escuchado eso. Por cierto, esto ya está corriendo en varios países de diferentes lenguas, no solamente en el nuestro. No es para nada inocente este intento de transformar el lenguaje, es parte esencial de la revolución.

¿Y de dónde viene esta ideología, quienes la proponen?

Bueno, las primeras propuestas ideológicas las podemos rastrear en la feminista francesa Simone de Beauvoir, una feminista francesa nacida en París en el año 1908 y fallecida en 1986 a los 70 años de edad, de ideas marxistas. Tuvo como principal influyente el existencialismo del filósofo ateo Jean Paul Sartre, quien fuera su amante durante largos años.

Simone de Beauvoir es la primera en postular en su obra “El segundo sexo” que no se nace mujer sino que se llega a serlo. Con esta breve frase se construirá toda la base ideológica sobre la que el feminismo posterior diseñará el armazón de la teoría de género.

En los años 70 las feministas Shulamith Firestone, Kate Millett, Betty Friedan – nacida como Betty Naomi Goldstein -, Anne Koedt y Ti-Grace Atkinson, fueron preparando el terreno ideológico; luego más adelante Judith Butler, que ya la citamos antes, se encargará de diseñarlo académicamente. Será ella la pionera intelectual y la principal ideóloga de lo que llegó a conocerse como “gender mainstreaming” (perspectiva transversal de género) y dando un paso más allá Butler negará la importancia de la diferencia biológica de género entre el hombre y la Mujer y trabajará para su destrucción en la sociedad, como afirma Gabriele Kuby. Gabriele Kuby es una ex feminista de la que luego haremos una mención.

Partiendo de esta premisa, de que no se nace mujer, ideará la forma más acabada y académica a la ideología que hoy conocemos. Es por esto que podemos afirmar que el feminismo es la ideología conductora de lo que hoy conocemos como ideología de género. Hablar de feminismo y de ideología de género hoy es más o menos lo mismo, están tan amalgamados que decir feminismo e ideología de género son lo mismo. De hecho, al principio este feminismo se llamaba “feminismo de género”, no "la tercera ola" como la quieren llamar.

La propuesta ideológica del feminismo es la destrucción de la familia. Por consiguiente continuando con la línea de pensamiento del feminismo teórico, el género, como ya dijimos, es una construcción cultural impuesta por una sociedad de contexto patriarcal y machista, independientemente de lo que nos diga la biología, la naturaleza o el sentido común. Por lo tanto los géneros que conocíamos hasta hoy han sido diseñados por esta cultura patriarcal y deberán ser "deconstruidos", término que en realidad significa para nosotros algo así como "disolver", como distingue con precisión Ordóñez Maldonado. Disueltos “solve” para luego rearmarlos, reconstruirlos con otra forma, “et coagula”. Y ¿por qué deberían ser deconstruidos? nos preguntamos: para lograr una justicia equitativa, una igualdad entre los géneros, ya que el género femenino ha sido en siglos y siglos subyugado y oprimido por la violencia del sistema patriarcal y machista del género masculino. Esa es, más o menos, la prédica que hacen ellas.

  • 1Son los llamados “laboratorios de ideas” que promueven el “progreso de la Sociedad” por medio de la inserción de ideas modernas.

El "Mayo Francés" del 68

Como vemos, este enfrentamiento de los sexos no es otra cosa que la lucha de clases marxista llevada al campo de lo más profundo de la sociedad: la familia, como advierten varios autores que estudian este fenómeno. Destruir la relación entre los sexos entre el hombre y la mujer tiene como consecuencia la destrucción directa de la sociedad y de la familia.

Shulamith Firestone fue una de las feministas radicales, digamos, una de las feministas radicales que centró su lucha en la destrucción de la familia.

Veamos qué dice la feminista española Celia Amorós sobre los planes teóricos de Firestone. Celia Amorós es una feminista española que se encargó de estudiar a Firestone, la cita mucho y conoce bien su pensamiento. Estoy citando acá a un enemigo directamente, lo que dice interpretando a la misma Firestone. Dice así: 

Toda su crítica se centra en la supresión de la familia como objeto fundamental a conseguir- dice Celia Amorós de Shulamith Firestone - pero su principal aportación consiste en fijar el objetivo revolucionario que auténticamente transformará la sociedad.  La revolución de las mujeres para controlar los medios de producción es paralela a la revolución del proletariado para controlar los medios de producción, y hoy, es técnicamente posible con la píldora, el aborto etc.

Para Firestone que sigue a Marcuse la familia es la causa de la existencia del tabú del incesto que es el origen de la represión sexual percibida por el niño desde la infancia; bastará por tanto con eliminar la familia biológica para eliminar el tabú del incesto y, en consecuencia, desinhibir los instintos reprimidos o las pulsiones básicas de placer que oprimen a los individuos de la sociedad. Esta opinión no es aislada dentro del feminismo, no es solamente Firestone y Celia Amorós que la cita, sino que citamos a otra autoridad del feminismo, en este caso a Kate Millett, para la cual el tabú del incesto ha sido siempre una de las piedras angulares del pensamiento patriarcal, o sea, hay que liberar el incesto.

Kate Millett concedió muchas entrevistas. En una de llas leemos:

Parte de la estructura de la familia patriarcal comprende el control de la vida sexual de los niños y, más allá, el control total de los niños. Verdaderamente uno de los derechos esenciales de los niños es el de expresarse a sí mismos sexualmente, probablemente entre ellos en un principio, pero también con adultos, de manera que la libertad sexual de los niños es una parte importante de la revolución

Terminamos con la cita. Las palabras de estas feministas se han comentado solas, no creo que haya que acotar algún comentario más. Está a la vista la dirección a la que vertiginosamente pretende dirigirse el feminismo. Tanto la ideología de género como el feminismo tienen una misma misión, la de destrucción: destruir la cultura de la familia tradicional mediante la sexualización de los niños y la destrucción de la relación entre el hombre y la mujer exacerbando el hedonismo, el egoísmo y el individualismo hasta el paroxismo.

La ex feminista conversa al catolicismo Gabriele Kuby, autora de la obra “La revolución sexual global” - la cual es muy recomendable, dicen, yo no la leí pero leí algunas partes - dice que esta ideología feminista tiene el siguiente credo:

La gran promesa de nuestro tiempo es la libertad y la satisfacción sexual ilimitada como camino hacia la felicidad. Haz lo que quieras para aumentar tu diversión, tu placer, tu felicidad y tu bienestar. Eres independiente, autónomo, y nadie debería poner reglas en tu camino y la Iglesia, menos que nadie. Dios está muerto y también lo está el diablo. Construye tu propio mundo, decide si deseas ser un hombre o una mujer, si tu nariz debe estar torcida o recta, tus senos pequeños o grandes y satisfacer tus necesidades sexuales con hombres o mujeres, o con ambos. Tú decides si tu hijo debe vivir o morir, si debería tener ojos marrones o azules; tú decides si debes recibir una inyección letal cuando estés harto de la vida y cuándo cualquier cosa que obstaculice el camino de tu libertad sea derribada. La identidad de género como hombre o mujer, la moralidad, la familia, la iglesia, la santidad de la vida.

La imposición cultural de la ideología de género fue en la cuarta conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre la mujer realizada en Beijing en el año 1995. Allí se inició la promoción de esta nueva filosofía. Claro, porque uno dice ¿cómo llega esta filosofía acá? ¿Cómo llega por las leyes? Bueno, empezó así la cosa.

Después de Beijing, de esa conferencia de las Naciones Unidas, la asamblea general adoptó la decisión de celebrar un período extraordinario de sesiones. A la evaluación se le dio el nombre de la mujer en el año 2000, igualdad entre los géneros, desarrollo y paz para el siglo XXI. Notemos que el título ya contiene la palabra género. Luego descenderán aquellas recomendaciones a nivel mundial para instalar la ideología de género en las leyes de las naciones. Por ejemplo nuestro país, lamentablemente, adhirió a la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Eso está en la página del gobierno, yo me metí, lo chequeé, me fijé bien, CEDAW, con sus siglas en inglés, aprobada por las Naciones Unidas en 1979 y ratificada por 189 países, 97,9% de los existentes, entre ellos el nuestro, obviamente, que la ratificó el 15 de julio de 1985 y la dotó de “jerarquía constitucional” con la reforma a la Carta Magna en 1994, como afirma la licenciada Mónica Del Rio. A posteriori de esa fecha se produjeron avances alarmantes en la definición de términos como "planificación familiar", "derechos de la mujer", "derechos sexuales y reproductivos", "salud reproductiva", etc.

La Convención pide en tres de sus artículos que se instrumenten programas de planificación familiar, - atenti con esa palabra porque significa aborto, eutanasia, contracepción y todas esas cosas,- y ahora sabemos que, en el lenguaje de las Naciones Unidas, esa expresión incluye anticoncepción, esterilización y aborto.

Otra vez el inicio: a través del avance, digamos, del lenguaje. Otra vez se penetra con el lenguaje.

Para ir comprendiendo lo que ocurre actualmente en nuestro país, basta ver lo que ha venido haciendo el Comité Constituyente Supranacional - así se lo llama, "Comité Constituyente Supranacional" - creado en el artículo nº17 de esta misma convención señalada anteriormente. Veamos lo que esta comisión hizo, algunas cosas para tener en referencia de qué es lo que estuvo haciendo todo este tiempo.

En el año 2002, por ejemplo, recomendó a Ecuador modificar la constitución para facilitar el aborto. En el año 2005 recomendó modificaciones a la legislación paraguaya para permitir el aborto. En 1999  manifestó al estado colombiano su preocupación por la ilegalidad del aborto. En el año 1998 recomendó a Italia y a Croacia eliminar la objeción de conciencia a favor de los médicos que se rehúsen a realizar prácticas abortivas. En el año 1999 recriminó a Bielorrusia por la prevalencia de estereotipos de género como el día de la madre - en cualquier momento lo eliminan acá, pero como sigue siendo comercial no sé - y el premio a la madre - ese sí es más violento - ya que estimulaban la perpetuación de roles tradicionales. En el mismo año reprochó a la República Checa por medidas que sobreprotegen el embarazo y la maternidad. También en 1999 recomendó a China despenalizar la prostitución. En el año 2000 recomienda a Kazajstán legalizar el lesbianismo, y otras cosas más que no vamos a enumerar.

Luego de estos breves ejemplos de cómo estos organismos multilaterales transnacionales ejercen sus presiones para insertar esta revolución cultural hago mías las palabras del Dr. Ordóñez Maldonado, - ustedes lo conocen, Ordóñez Maldonado es feligrés de la Fraternidad –:

Luego de estos breves ejemplos no dudo en afirmar que la ideología de género en la hora presente es el nuevo Evangelio, la verdad oficial, el nuevo dogma o, si se quiere edulcorar y desdramatizar tal realidad, podemos afirmar que es la ortodoxia pública de la aldea global. Para garantizar su vigencia sociopolítica requieren homogeneizar culturalmente todas las naciones mediante instrumentos jurídicos o judiciales permisivos de lo que se ha denominado 'la 1ra generación de los nuevos derechos humanos': aborto, matrimonio homosexual, eutanasia y eugenesia.

Bien, hasta aquí la cita de Ordóñez.

Esta ideología traerá aparejados nuevos derechos porque no termina esto acá. Una nueva tanda de derechos se aproxima, no muy humanos que digamos, y, en consecuencia, leyes que pretenderán imponernos castigar a quienes se opongan.

Vendrá la segunda generación de dichos derechos: matrimonio plural, - recordemos que en nuestros medios de comunicación ya se está hablando de “poliamor”, ya están usando la palabra “poliamor” para las relaciones entre tres o más personas ya hubo un par de casos que salieron en los medios -. Despenalización de la pederastia o derecho a las relaciones sexuales no abusivas, también conocido bajo el eufemismo de amor intergeneracional o pedosexualidad. Esto ya sucede en Holanda. Hay partidos políticos que abiertamente ya apoyan esas cosas. La desaparición de la patria potestad por considerarla un obstáculo al derecho, a la confidencialidad de los hijos. Ya también se habla del protocolo del aborto que había sido famoso acá en la Argentina, que una nena de dieciséis años podía ir a abortar sin el consentimiento de los padres. Eso es peligrosísimo: quieren la desaparición de la patria potestad por considerarla un obstáculo al derecho a la confidencialidad de los hijos, al matrimonio zoofilico y demás.

Es increíble pero yo me acuerdo que en el debate por el “matrimonio gay” una de las diputadas dijo que si uno quiere tener una relación con un animal... Lo llegó a proponer con 2 ó 3 personas, con más personas, con animales. Lo dijo y nadie se alarmó. Increíble.

En conclusión, estamos frente a una encarnizada guerra cultural, un combate de las ideas. Esta revolución que sabemos ya no es un secreto a voces sino que viene impuesta desde los organismos internacionales, ya no puede ser tomada como si fueran conclusiones de algún conspiracionista desvelado. Están los documentos a la vista de todo el mundo con membrete y sello oficial, por eso podemos afirmar categóricamente que esta ideología es impuesta desde el poder global y propagada mediante una acción psicológica muy bien organizada, una guerra silenciosa, sin disparos, como decía Antonio Gramsci; una guerra diseñada para atacar directamente a lo más profundo del ser humano para penetrar y corromper su psicología, su mente y su alma; una guerra psicológica que a través de una estudiada revolución cultural desarticula todos los estamentos de la sociedad dejándolos a merced del imperialismo internacional del dinero como lo llamaba el Papa Pío XI.

Como hemos visto la ideología de género es perfectamente opuesta a la verdad, diametralmente opuesta a la doctrina y a la moral católica, a la sana filosofía, repugnante al sentido común y destructora de lo más básico y profundo de la sociedad: la familia. Por eso - parafraseando a Chesterton - seguiremos batiendo espadas para demostrar que las hojas son verdes en verano, que existe la verdad y que existe la mentira, y que dos y dos son cuatro.

Muchas gracias.