El aborto es la principal causa de muerte en el mundo

Fuente: Distrito de América del Sur

Vivimos en una época llena de cifras. Todo se mide, se cataloga, se numera: toda la vida humana está conectada a los números. Las estadísticas sobre cada cosa se muestran regularmente. Sin embargo, el mundo prefiere ignorar algunas de ellas. Estudiémoslas juntos.

Las estadísticas mundiales sobre el aborto están frente a nosotros e imponen la crueldad despiadada de su luz. Y nos permiten entender hasta qué punto el mundo está bajo el control del maligno.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) difunde las cifras... para deplorar el hecho de que se realicen demasiados abortos en condiciones malas y peligrosas para las mujeres. Pero admite que entre 2010 y 2014, hubo casi 56 millones de abortos por año. Desde 2014, las cifras no han disminuido.

En 2019, el número de muertes fue cercano a los 60 millones. Pero la principal causa de muerte en el mundo, las enfermedades cardíacas, ha causado menos de 10 millones de muertes. Incluso combinadas, las 10 principales causas de muerte no cobraron tantas víctimas como el aborto.

740 millones es el número de niños abortados en el mundo en los últimos 15 años. Pero nunca aparecerán bajo el título: muertes. Permanecen fuera de estas estadísticas de mortalidad.

Además, se evita decir que han muerto: sólo se ha interrumpido un embarazo. Son deshumanizados hasta en las estadísticas de la salud.

Esta deshumanización afecta inevitablemente a los que viven en un mundo que permite tal masacre: casi la mitad de los muertos en un año. Este no es el fin de una civilización: ya está muerta, y sobre sus ruinas se construye la ciudad del hombre que se convirtió en un dios.

Vivimos en una época llena de cifras. Todo se mide, se cataloga, se numera: toda la vida humana está conectada a los números. Las estadísticas sobre cada cosa se muestran regularmente. Sin embargo, preferiríamos ignorar algunas de ellas.

Pero desafortunadamente las estadísticas mundiales sobre el aborto están frente a nosotros e imponen la crueldad despiadada de su luz. Y nos permiten entender hasta qué punto el mundo está bajo el control del maligno.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) difunde las cifras... para deplorar el hecho de que se realicen demasiados abortos en condiciones malas y peligrosas para las mujeres. Pero admite que entre 2010 y 2014, hubo casi 56 millones de abortos por año. Desde 2014, las cifras no han disminuido.

En 2019, el número de muertes fue cercano a los 60 millones. Pero la principal causa de muerte en el mundo, las enfermedades cardíacas, ha causado menos de 10 millones de muertes. Incluso combinadas, las 10 principales causas de muerte no cobraron tantas víctimas como el aborto.

740 millones es el número de niños abortados en el mundo en los últimos 15 años. Pero nunca aparecerán bajo el título: muertes. Permanecen fuera de estas estadísticas de mortalidad.

Además, se evita decir que han muerto: sólo se ha interrumpido un embarazo. Son deshumanizados hasta en las estadísticas de la salud.

Esta deshumanización afecta inevitablemente a los que viven en un mundo que permite tal masacre: casi la mitad de los muertos en un año. Este no es el fin de una civilización: ya está muerta, y sobre sus ruinas se construye la ciudad del hombre que se convirtió en un dios.