El apostolado de la FSSPX en la República del Ecuador. Capillas de Guayaquil y Quito

Fuente: Distrito de América del Sur

La santa misa celebrada por el padre Luis Nuñez

Comenzando el apostolado en el año 2016, cada dos meses, los sacerdotes del Priorato de Santiago de Chile visitan Ecuador. Desde entonces, el apostolado ha crecido mucho y cada vez son más los que acuden a refugiarse en la FSSPX.

Partiendo de Santiago de Chile en un vuelo directo de unas cinco horas, el padre encargado del apostolado en Ecuador suele llegar a Guayaquil a la medianoche o madrugada de un viernes. Ese día se dice la misa en casa de una feligresa que fue una de las primeras que conoció la FSSPX en Argentina y actualmente vive en Guayaquil. La santa misa se celebra a las 18:30 con la asistencia de entre treinta y cinco y cuarenta fieles, pero el sacerdote debe estar ya en el lugar de la misa a las 16:30 para escuchar las confesiones. Después de la misa con sermón, el padre sigue confesando a los fieles que no alcanzaron a confesarse antes de la misa.

El trabajo en Ecuador es bastante enriquecedor. Esto debido a las disposiciones del pueblo para las cosas divinas. El sacerdote debe dedicar gran parte de su tiempo en la misión al trabajo pastoral: confesiones, dirección espiritual y bendiciones de todo tipo.

El día sábado, como el domingo, el sacerdote y la feligresía se trasladan, y la santa misa se dice en un salón de la librería espiritual de Urdesa Guayaquil. El sábado la misa es a las 11:30 y por la tarde hay un ensayo de acólitos para los interesados en aprender a ayudar en la misa tradicional. El domingo, la misa cantada se celebra a las 9:30, seguida de una conferencia de treinta minutos sobre la crisis de la Iglesia. El motivo del horario de la misa dominical es debido a que el padre debe salir pronto al aeropuerto para tomar el vuelo de las 14:00 en dirección a Quito.

El padre llega al aeropuerto de Quito alrededor de las 15:00 donde lo espera un feligrés para llevarlo al centro histórico. Allí comenzará a confesar alrededor de las 16:30. Luego dirá la santa misa, por el momento rezada, a las 17:30 con asistencia de entre veinticinco y treinta fieles, seguida de una conferencia semejante a la dictada en Guayaquil. Allí mismo, finalizado el apostolado del domingo, compartirá una cena más bien informal con los fieles que deseen quedarse para conversar con el padre o conocerse entre ellos.

El día lunes el padre suele llegar a las 11:00 al edificio de la librería espiritual en Eloy Alfaro y 9 de octubre para celebrar la misa a las 12:00 para un grupo de oración compuesto por unas sesenta personas. Después de la misa va a almorzar y luego se dirige al aeropuerto para volver esa noche a Guayaquil, donde dirá la santa misa el martes a las 7:15 partiendo a las 9:00 hacia el aeropuerto para retornar finalmente a Santiago de Chile.

El apostolado es exigente y ciertamente agotador, sin embargo, la respuesta de los fieles deseosos de tener la verdadera misa y los verdaderos sacramentos y de aprender la doctrina perenne de la Iglesia, es el mayor aliciente para que el sacerdote quiera pronto regresar y continuar trabajando por nuestro Señor, para extender su reinado entre los hombres.

¡Que Dios bendiga la República del Ecuador y el apostolado de nuestro Distrito!