Ingresos Archicofradía San Esteban, priorato de Bogotá, Colombia

Fuente: Distrito de América del Sur

El 1 de Diciembre, primer Domingo de adviento, tuvieron lugar los nuevos ingresos de la Cofradía en Colombia. La Archicofradía de San Esteban, recientemente fundada en el Priorato de Bogotá, adquirió 5 nuevos miembros que se comprometieron, delante de Nuestro Señor en el Sagrario, a servir al Altar con reverencia y amor. La Cofradía cuenta ya con 7 miembros.

Sermón del Padre Pablo Bianchetti

Queridos Hermanos:

Celebramos hoy una ceremonia preciosa, y muy profunda. La ceremonia de entrada a la Cofradía de Acólitos, a la Archicofradía de San Esteban.

Y aprovechando que tuvimos Ayer la Fiesta de San Andrés Apóstol, quisiera proponerlo por modelo de los Acólitos. Me reservo hablar el día de San Esteban para hablarles de San Esteban.

Hay un episodio de la Vida de San Andrés que nos Muestra su Corazón.

¿Quién era San Andrés?

 Fue primero un compañero inseparable de Cristo, después fue su discípulo y finalmente fue Enviado por Cristo como Apóstol (significa enviado) para predicar el evangelio de Nuestro Señor.

Hubo un hombre enviado por Dios, se llamaba Juan Bautista, (Primo de Jesús) que tenía la Misión de Señalarle al mundo quién era el MESÍAS que estaban esperando àJesús

Este hombre pasó muchos años preparándose para esa Misión, (señalar a Jesús), meditando en la soledad del desierto sobre todo lo que tendría que padecer el Mesías. Que iba a derramar su sangre en Sacrificio para la salvación de las Almas. Porque Juan era profeta, y ya sabía todas estas cosas. Sabía también que Jesús era el Hijo de Dios.

Y Juan tenía alumnos, gente que vivía con él para aprender. Entre ellos, dos chicos. Juan y Andrés. Que después llegarán a Ser San Andrés y San Juan.

Y llegó el Día esperado por Juan durante Toda su Vida. El Hijo de Dios, Jesús el hijo de María, pasaba caminando en el desierto cerca de donde estaba Juan.

Juan levantó la mano que le temblaba por la emoción, y con el dedo extendido señaló a Cristo como el Redentor esperado, como Mesías Prometido. “Ese es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del Mundo”.  Estaban a su lado Juan y Andrés, sus alumnos y ayudantes. Y se miraron, como diciendo “Cordero de Dios” ¿qué querrá decir con eso?

San Juan estaba tan emocionado que fue demasiado poético… y poco claro. Ustedes saben que el Cordero era uno de los animales que se ofrecían en Sacrificio a Dios (el cordero pascual por ejemplo) y que tiene la característica de no quejarse cuando lo matan. Muere sin dar un grito, ni un sonido. San Juan dijo poéticamente que Jesús, iba a ser Sacrificado como un Cordero, un Cordero que Dios mismo ofrecía para el Sacrificio, y que iba a sacrificarse voluntariamente, por eso no se iba a quejar.

Pero Juan y Andrés no entendieron nada, y Jesús siguió de largo.

 Y ese día, Juan Bautista los tomó aparte y les empezó a explicar todas estas cosas que yo les explico. Ellos no entendieron mucho, pero lo que sí entendieron era que Juan estaba convencido que Jesús era el Mesías.

Y al día Siguiente Jesús volvió a pasar por allí. Y de nuevo el Bautista desesperado “¡Ese es el Cordero de Dios, el que quita el Pecado del Mundo!” Y ahora Andrés y Juan, dos niños poco más grandes que ustedes, fueron corriendo detrás de Él…

… Y lo alcanzaron. Jesús se dio vuelta despacio y los miró…

¡Ay Dios mío! ¿Qué habrá visto Andrés en esa Mirada? ¿Habrá sido la belleza de esos ojos? ¿O tal vez su Bondad? O mejor que la Divinidad de Cristo, aunque estaba Escondida bajo su cuerpo, se le escapaba de a ratos. Pienso que a través de los Ojos de Cristo, pudo vislumbrar algo de la Divinidad...

…Lo cierto es que Andrés hizo esta pregunta, que manifiesta todo su Corazón. “Maestro ¿dónde vives?”

Dice Santo Tomás que Andrés se dio cuenta de Dos cosas, en esa Mirada, y las manifiesta en su pregunta.

1° Lo llama Maestro… piensen bien, nadie le ha dicho que Jesús era maestro. Y sin embargo viéndolo a los ojos, se dio cuenta inmediatamente de que era un ser superior, un ser que podría enseñar a los demás. Un ser que está sobre todo otro hombre. Maestro.

2° y lo segundo que se da cuenta, es que vale la pena dejarlo todo, para pasar su vida junto a Él. Por eso le pregunta ¿Dónde vives? Y no le importa la respuesta, lo que está preguntando es “Maestro ¿puedo vivir contigo? ... No me importa dónde, mientras sea contigo”

Y Jesús le responde “Venid, y ved”.

Y son esas palabras que hacen de Andrés el compañero inseparable de Jesús. Se vuelve discípulo de Jesús, y un día mucho más tarde, Jesús lo hará Apóstol, cuando le diga "yo te haré pescador de hombres".

Queridos Acólitos:

Siempre se ha comparado al Sacerdote con Juan Bautista. No por la santidad, sino por la Función. Señalar a Cristo. Ustedes han escuchado al Sacerdote que dice en la Misa “Ecce agnus Dei, ecce qui tollit peccata mundi” Este es el Cordero de Dios. El sacerdote está ahí para señalarles a Ustedes Dónde está Dios, donde está el Salvador, dónde está Jesús.

Espero con todo mi Corazón, que ustedes no se acerquen a acolitar, porque les gusta como les queda la Sotana. Espero que no se acerquen al altar por el cariño que le tienen al Cura (Porque yo no soy digno de desatar la correa del zapato de Cristo) Espero también que no se alejen del altar porque se pelearon con el cura, o porque me cae mal tal acólito o tal otro…

Lo que yo espero Ardientemente es que hayan mirado a Jesús en la Hostia, o mejor dicho, que cuando el Sacerdote les señale “Este es el cordero de Dios” sea Jesús mismo desde la Hostia que los mire a Ustedes.

Porque si Cristo los mira Una Sola Vez; si los mira con esa mirada con que miró a Andrés…

Yo estoy seguro de que nada ni nadie va a poder separarlos de Cristo. Yo estoy seguro que desde entonces y para siempre se habrán convertido en Compañeros inseparables del Altar… en discípulos de Jesús Hostia…

…Y quizás, alguno de ustedes, sea llamado a más estrecha intimidad con Jesús en el altar… quizás alguno de ustedes; o de los que vendrán, sea un nuevo Apóstol de Jesús, un nuevo Ministro del Altar.

Yo no sé, Dios lo sabe

Pero lo que sí sé, y estoy seguro, es que la Santísima Virgen María, los va a tomar desde este día, de nuevo como hijos suyos, con un afecto más intenso y más especial.

Ave María Purísima+

 

Medalla de San Esteban