¿Qué es la Tercera Orden de la FSSPX?

Fuente: Distrito de México

San Francisco de Asís, en el siglo XIII, tuvo la idea de reunir a los laicos que vivían en el mundo y que deseaban servir a Dios más perfectamente. Ya había fundado una orden masculina y una orden femenina, por lo que la tercera asociación llevó el nombre de Tercera Orden.

¿Qué es una Tercera Orden?

Existen Terceras Ordenes franciscanas, domínicas, carmelitas etc. La Tercera Orden permite así a las personas que viven en el mundo agruparse a la sombra de las grandes ordenes y, al mismo tiempo que mantienen sus actividades ordinarias de cada día, vivir de su espíritu y espiritualidad. Pertenecer a una Tercera Orden es como agregarse a una familia espiritual. Pues bien, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X es una familia religiosa que tiene varias ramas: una rama masculina con sacerdotes, seminaristas y hermanos; una rama femenina, la de las religiosas, (hermanas y oblatas); y una Tercera Orden. Estas tres Ordenes tienen un solo y mismo fundador, Mons. Marcel Lefebvre (1905 - 1991) y su fin es el sacerdocio y todo lo que se relaciona con él, y nada más que lo que le concierne.

La Tercera Orden de la FSSPX

Fue en el año 1980, el 1º de noviembre, que Monseñor fundó la Tercera Orden de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. En efecto varias personas laicas le habían pedido asociarse al espíritu de su obra sacerdotal. La finalidad esencial de esta Tercera Orden, es la santificación de sus miembros, y de aquellas personas que están bajo la responsabilidad de ellos, por el cumplimiento del deber de estado, el amor a la Santa Iglesia y a su Tradición multisecular, y el deseo de rezar y hacer penitencia por la santificación y perseverancia de los sacerdotes. La devoción a la Santa Misa es el centro de la vida del terciario ya que la razón de ser del Sacerdote es el Santísimo Sacramento del Altar. En la Fraternidad Sacerdotal San Pío X todo gira alrededor de la Misa porque todo gira alrededor del Sacerdocio. Es en la misa, a la cual debe asistir el terciario tanto como puede entre semana, es al pie del altar, que el terciario adquiere el amor a Dios y a las almas, así como el espíritu de sacrificio. En su fidelidad al deber de estado, el terciario tratará de ayudar a los sacerdotes en los prioratos y de sostenerlos en lo que sea posible por sus oraciones y sacrificios ofrecidos por ellos.

Participación a las gracias de la FSSPX

Cuando uno entra en una familia, entra en participación de los bienes de aquella familia, recibe su patrimonio. En la Iglesia los bienes que compartimos son sobre todo espirituales, son los bienes del alma. Podemos gozar de estos bienes puestos en común por la comunión de los santos y cada familia religiosa es como una pequeña comunión de los santos. Así los terciarios gozan de los méritos, de todas las oraciones y buenas obras, adquiridos por los demás miembros de la FSSPX. En este tesoro cada uno aporta una pequeña parte y aprovecha de lo que es de todos. Da poco y recibe mucho. Es muy importante ya que cuánto más santo sea un terciario, tanto más podrán participar de su santidad los demás terciarios ya que al ser más santo aporta uno más.

Patronazgo de San Pío X

El Santo Patrono de la FSSPX y por lo tanto de la Tercera Orden es San Pío X que festejamos el día 3 de septiembre. Monseñor Lefebvre eligió a este gran Papa de principios del siglo XX, por varias razones que expone en las Reglas de la Tercera Orden. Explica como la búsqueda de la santificación tiene lugar hoy en un mundo que se le opone mediante errores y herejías sutiles que se han introducido en todos los medios católicos bajo el nombre de modernismo. El papa Pío X, ha sido canonizado precisamente por haber denunciado valientemente esos errores modernos, como en la encíclica Pascendi, y haber dado ejemplo de santidad en la firmeza de la doctrina, en la pureza de las costumbres y en la devoción al Sacrificio Eucarístico. De ahí que este Santo Pontífice sea especialmente indicado para servir de modelo a las almas deseosas de santificarse en nuestra época.

Etapas para ingresar en la Tercera Orden

Inscripción: La solicitud es formulada al sacerdote encargado de la Tercera Orden o al Superior de Distrito. El sacerdote envía en respuesta una hoja en la que se solicitan algunos datos informativos. Después, si la solicitud es aceptada, le envía un duplicado de la ficha de inscripción.

Postulado de un año:  A lo largo del cual es objeto de examen la fidelidad del postulante en el cumplimiento de sus obligaciones y en su adhesión al espíritu de la Tercera Orden.

Compromiso:  El postulante pronuncia, en una ceremonia, su compromiso ante el sacerdote delegado. Recibe entonces la medalla, el crucifijo y su carnet de miembro de la Tercera Orden.

Obligaciones de los miembros



1. Personales

Diarias:

  • Oraciones de la mañana y de la noche, que pueden ser Prima y Completas, o las oraciones del Libro de los Retiros.
  • Rezo del Rosario.
  • Asistencia a la Misa de siempre, y comunión si ello fuera posible, o en su defecto un cuarto de hora de oración.

Semanales:

  • Asistencia dominical a la Misa de siempre y no a la del Nuevo Ordo Missæ, a causa del peligro de adquirir un espíritu protestante.

Cada quince días, si ello fuera posible, el sacramento de la penitencia o, al menos, una vez al mes.

Cada dos años, un retiro.

2. Avisos prácticos

 

Lecturas recomendadas: los escritos doctrinales de San Pío X, el Catecismo del Concilio de Trento, el Nuevo Testamento, La imitación de Cristo, la vida de los santos. Difundir las buenas lecturas.

Ayunos en las Cuatro Témporas, en las Vigilias, Miércoles de Ceniza y Viernes Santo. Abstinencia los viernes de cuaresma y todos los viernes.

Abstenerse de la televisión, abstenerse de cualquier lectura indecente, practicar la sobriedad.

3. Familiares

 

Para los que están unidos por el lazo del matrimonio:

  • Observar, con un espíritu de sumisión a Nuestro Señor, las leyes del matrimonio en orden a tener una familia numerosa. Renunciar por completo a cualquier acción positiva dirigida a no tener hijos.
  • Hacer de la casa familiar un santuario consagrado a los Corazones de Jesús y de María, donde se rece en familia al menos la oración de la noche y, si ello fuera posible, también el rosario; un santuario donde reine la vida litúrgica por la observancia de domingos y fiestas, y donde se rechace todo lo que pueda debilitar el alma de los niños: televisión, revistas indecentes, etc.
  • Escoger colegios verdaderamente educadores y tradicionales y contribuir a su fundación.
  • Ser prudente en la elección de las diversiones y de los lugares de vacaciones.

4. Profesionales y sociales

 

  • Seguir el ejemplo de la Sagrada Familia y cumplir con los deberes de justicia y de caridad, tanto si se es empleador como si se es empleado.
  • Promover y defender el Reinado social de Nuestro Señor Jesucristo en la sociedad, combatir el liberalismo y el modernismo, peste de los tiempos modernos que entregan la Iglesia al enemigo.